Por la mañana, la Luna sextila a Mercurio, ayudando a la comunicación compasiva. Mercurio sigue retrógrado, lo que nos impide transmitir nuestros pensamientos con la coherencia que nos gustaría. Sin embargo, la Luna ahora en Piscis se ocupa de las señales no verbales, y Mercurio en el sensual Tauro crea un ambiente que facilita las discusiones de corazón abierto. Debido a esta dulce combinación, conseguimos transmitir nuestro punto de vista aunque no tengamos las palabras adecuadas. La comprensión se demuestra con gestos sencillos. Todo lo que necesitamos para sentirnos seguros es estar en presencia de alguien a quien le importamos. Si tenemos algo importante que decir, éste es uno de esos momentos en los que menos es más.
A continuación, la Luna se alinea con Saturno, obligándonos a poner nuestros sentimientos en un segundo plano. Podríamos tener que ocuparnos de negocios o atender responsabilidades sin permitir que las emociones nos distraigan. Aunque ahora nos sintamos un poco decaídos, también tenemos una gran capacidad para superar retos personales o enigmas espirituales. Cuanto antes resolvamos estos asuntos, antes podremos volver a las relaciones.
