Décima Casa

La Casa Décima: La Casa del Estatus Social

La Décima Casa se conoce comúnmente como la Casa del Estatus Social. Tiene que ver con el lugar que hemos alcanzado en nuestro grupo social (o laboral/profesional) y en la sociedad en su conjunto. Piensa en el estatus, la autoridad que transmite y, en consecuencia, el papel que desempeñamos en nuestra comunidad. También se refiere a los ascensos que recibimos, a la fama que tenemos o que llegaremos a tener y a los tipos de negocios y actividades sociales en las que participamos. Con respecto a los logros, esta casa se centra en cómo nos vemos a nosotros mismos y cómo nos ve la comunidad en su conjunto (y nuestros esfuerzos). A través de esta casa, trabajamos para manifestarnos.

La vocación es importante para nosotros.

La vocación es importante en la Casa Diez. Qué papel elegiremos y cómo lo desempeñaremos mejor? Cuánto queremos conseguir? Aquí entran en juego la carrera, los objetivos profesionales, la ambición y la motivación. En un contexto más práctico, los empleadores y sus reglas están cubiertos aquí, al igual que cualquier otra organización (específicamente el gobierno) que tenga la capacidad de gobernarnos. Junto con el trabajo de nuestra vida’viene el reto de gobernar sobre otros, aunque generalmente habrá alguien que nos señoree.

El prestigio y el estatus social que acumulamos en virtud de nuestras carreras y vocaciones pueden verse, intangiblemente, en forma de gratificación del ego. La Casa Diez se ocupa de cómo gestionamos esto. Puede ser muy difícil cansarse de las recompensas económicas en nuestra sociedad consumista; sorprendentemente, el masaje del ego puede envejecer más rápidamente.

La cuestión de cómo nos sentimos satisfechos con nuestra vida es muy importante.

La cuestión de cómo gestionaremos estos regalos, y el estatus que conllevan, es importante para esta casa. Utilizaremos nuestro poder para ayudar de verdad a la sociedad, o seremos voluntariosos e imprudentes? No todos estamos hechos para el éxito social a gran escala ni equipados para ayudar a la sociedad de forma significativa. También vale la pena señalar que muchos de nuestros éxitos se logran con la ayuda de la sociedad, no en el vacío.

La relación entre el individuo y la sociedad es muy compleja.

La relación del individuo con un grupo y con la sociedad también se pone de relieve en la Casa Diez. Para mejorar las cosas y lograr un impacto, debemos sentir un verdadero parentesco con la causa; es necesaria una ferviente determinación para cambiar las cosas. De este modo, alcanzaremos el estatus social que realmente merece la pena. Por último, en consonancia con su enfoque en los gobernantes, la Casa Diez se dirige al padre, que suele ser el progenitor más autoritario.

La Casa Diez se dirige al padre, que suele ser el progenitor más autoritario.

La Casa Diez está regida por Capricornio y el planeta Saturno.