Saturno

Saturno: El planeta del karma

Saturno no pone las cosas fáciles. Ese’es el papel del capataz del zodíaco. Saturno nos ordena ponernos a trabajar y trabajar duro. La disciplina y la responsabilidad son importantes para este planeta, pero si estamos ansiosos por conquistar el mundo, eso también está bien.

Al igual que el Padre Tiempo, Saturno nos implora que miremos el reloj (su glifo, después de todo, es la hoz de Cronos, el Dios del Tiempo). ¿Hay tiempo para todo lo que queremos hacer, o hay límites? Esas limitaciones son importantes para Saturno, y debemos aprender a gestionarlas. Las restricciones son la provincia de este planeta, al igual que cualquier forma de disciplina o retraso.

En consonancia con el paso del tiempo, Saturno rige la vejez junto con las lecciones que nos enseña. Aprender las lecciones de la vida es clave para este planeta, en consonancia con su papel de maestro. La majestuosidad de la vejez también conlleva un cierto sentido de la tradición, el convencionalismo (nuestros patrones de comportamiento aprendidos) y la sabiduría, y Saturno es consciente de estas características. Este planeta aplaude nuestra perseverancia y el hecho de que hayamos resistido la prueba del tiempo (sí, el tiempo vuelve a aparecer). Este estatus de veterano conlleva además cierta autoridad, y Saturno también es el señor de eso.

La estructura, el orden y la forma en que llevamos nuestros asuntos están regidos por este planeta anillado. La contracción y el control de los activos también son importantes aquí. Por último, Saturno, de nuevo en su papel de maestro, se ocupa del karma y de las lecciones que pueden aportar las experiencias pasadas.

La vida de Saturno transcurre entre el nacimiento y la muerte.

Saturno tarda entre 28 y 30 años en completar su órbita zodiacal. Es energía masculina y rige tanto Capricornio como Acuario, y las Casas Décima y Undécima.