Séptima casa

La Séptima Casa: La Casa de las Sociedades

La Séptima Casa se conoce comúnmente como la Casa de las Asociaciones. Con esta casa, vemos un alejamiento del yo hacia el otro — un socio. Al cooperar y relacionarnos con otro, nos unimos con el propósito de conseguir algo. El propósito es importante para la Séptima Casa — el acto de lograr algo grande o pequeño para uno mismo, para la pareja e incluso para la sociedad en su conjunto. Al unirnos a otro, también nos convertimos en un miembro más valioso de nuestro mundo: hacemos una contribución, un pequeño engranaje en la rueda de la vida. Tenemos un propósito. La cooperación y la asociación contribuyen a acelerar nuestro propósito en la vida.

A través de una asociación, completamos nuestro ser esencial. De repente, nos vemos en contexto. A través de una asociación en la que trabajamos, jugamos, amamos y/o creamos, estamos totalmente formados y completos. La otra mitad nos ayuda a completarnos. En última instancia, la forma en que nos relacionemos con los demás contribuirá a definir el éxito que tengamos como seres humanos y como miembros de la humanidad.

La Séptima Casa nos muestra la forma en que nos relacionamos con los demás.

La Séptima Casa nos muestra que las asociaciones pueden adoptar muchas formas: matrimonio, relaciones comerciales, contratos, legalidades, negociaciones y acuerdos. Cooperaremos en mayor o menor medida en estas variadas asociaciones. La calidad de esa cooperación, en esencia cómo nos relacionamos con el otro, es la clave de la Séptima Casa. ¿Por qué elegimos esta asociación? ¿Por amor o por dinero? ¿Por razones prácticas? ¿Consideraciones sociales? Hay muchas razones para unirse a otra persona. Podemos elegir llenar vacíos que vemos en nosotros mismos. Puede que simplemente queramos la compañía de otra persona. Las asociaciones que formamos dicen mucho de nosotros mismos y también sirven para enseñarnos muchas cosas. Esta casa quiere que sepamos que la calidad de nuestras relaciones de pareja mejorará nuestras vidas, las hará más plenas, más especiales y mejores para todos.

Las tensiones dentro de una relación de pareja pueden hacer que nos sintamos más seguros de nosotros mismos.

Las tensiones dentro de una pareja también sirven para enseñarnos lecciones. Por esta razón, la Séptima Casa también se centra en el lado más oscuro de nuestras uniones. El divorcio, los pleitos y los tratados entran dentro de esta casa. En el peor de los casos, una asociación puede crear enemigos — y a una escala más global, estas desavenencias pueden deteriorarse hasta desembocar en una guerra. Es nuestra reacción a esta adversidad la que dará forma a las asociaciones que están por venir.

La Séptima Casa es la casa del amor.

La Séptima Casa está regida por Libra y el planeta Venus.